En un lugar de España, de cuyo nombre no quiero acordarme, allá por donde traza el Ebro su curva de ballesta, vivía un lindo can. Este lindo perro no gozaba de buena reputación entre el resto de cánidos, algo hacía que todos huyesen al verle. El chucho (permítanme, queridos lectores, que a falta de un sinónimo mejor, use “chucho” pese a todo, no creo que el can se sintiese ofendido), gracias a la tecnología creada por Tim Berners-Lee, decidió introducirse en un “mundo paralelo” el cual, gracias a su hermoso rostro, su simpatía y su don de gentes, quería conquistar. El can estaba ansioso de gloria, tenía un afán de protagonismo insaciable, se levantaba cada mañana con la esperanza de ganar un nuevo súbdito. Pero el can podía ver que su poder cada vez cubría un radio de influencia menor. Aterrado por el posible fin de su imperio y colérico por la falta de nuevos plebeyos, el can decidió buscarse un aliado, alguien poderoso que pudiese devolverle a su trono de soberbia, una r(g)eyna que le jurase lealtad eterna y le apoyase en sus maléficos planes.
El can busco día y noche, sin un instante de descanso, en pos de su presa. Finalmente, el perro encontró lo que buscaba: un pato que prometió apoyarle en todo.
El chucho creó un complicado plan, una serie de falsas verdades entramas en una compleja red que harían las delicias del resto del planeta…
El plan, perfectamente elaborado consistía en ofrecerles a los plebeyos una linda pero difícil historia de amor, y como si de Rom(eg)eo y Julieta se tratasen, crearon la mas tierna, pero la más irreal historia de amor. El cánido y la palmípeda ave crearon su mundo de amor. Durante largo tiempo, ambos animales consiguieron su propósito, pero como si de una serie de televisión se tratase, los plebeyos comenzaron a aburrirse de tanta zalamería. El can, inundado de ira, volvió a tejer una nueva tela de araña de mentiras para reconquistar el corazón de sus siervos. Decidió, que el pobre ánade se convertiría ahora en el malvado de esta historia. El pato debería “romper el corazón” de nuestro pobre chucho. Y así fue, de esta forma, el can recuperó su trono. Pero no todo fueron buenas noticias allá, del corazón despiadado del cánido broto una semilla, que posteriormente, se convirtió en su antagónico Robin Hood…
Muchos eones de tiranía nos esperan, pero un servidor promete, que pronto este can pasará a ser un jugoso HotDog…
Quizás no haya sido una completa mentira, quizás la mentira resida en el final entre el protagonista de nuestra historia y el pato....
Hamas Ended! 300.000 Troops Surround Gaza!
Hace 1 año